martes, 8 de enero de 2008
El Supremo obliga a quitar el mármol del Teatro de Sagunto
El Supremo obliga a quitar el mármol del Teatro de Sagunto
El Tribunal otorga un plazo de 18 meses para demoler la escena y el graderío y devolver el monumento a su estado original
Después de un proceso largo de espera, por fin se cierran 17 años de incógnitas para el Teatro Romano de Sagunto, el monumento nacional por antonomasia de la capital del Camp de Morvedre.
Por fin, este monumento nacional desde 1896 y construido por los romanos en el siglo I d. C. empieza a ver la luz al final del túnel ante tanta especulación sobre su futuro.
La controversia siempre ha recaído sobre esta imponente obra de arte, y no precisamente por el argumento de sus actuaciones teatrales.
La obra más dramática celebrada hasta la fecha ha culminado con un final apoteósico en el que en un año y medio se deberá levantar el mármol que actualmente cubre el graderío y demoler la escena que separa el monumento del núcleo histórico.
Y es que el Tribunal Supremo ha hecho pública la sentencia por la que obliga a la Generalitat Valenciana a revertir este Teatro a su estado original después de que en 1993 se paralizasen las obras que se estaban llevando a cabo en aquel entonces para rehabilitarlo.
Esta actuación, materializada por los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli cubrió de placas de mármol las gradas y la escena de este monumento, con el consiguiente deterioro para su conservación.
Así pues, la Sala de lo Contencioso Administrativo número 4 del Tribunal Supremo ha estudiado el recurso de casación que el Ayuntamiento de Sagunto presentó en 2003 ante la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que calificaba de "ilegales" estas obras de rehabilitación y determinaba la devolución a su estado anterior.
Derribo
Hecho que el Tribunal Supremo ha confirmado el segundo día del año 2008 siendo esta sentencia firme y contra la que ya no cabe otro recurso, por lo que se agota la vía judicial y la Generalitat Valenciana debe comprometerse a realizar las obras de reversibilidad del Teatro.
Esta sentencia insta a la Conselleria de Cultura a revertir estos trabajos, concretamente, que "se levanten y retiren las placas de mármol que se superponen a la anterior piedra de la cávea", así como que "se proceda al derribo total del muro de cierre de la escena hasta una altura de 1,20", tal y como ha quedado suscrito por los magistrados que han llevado a cabo esta sentencia.
Según estudios realizados por arquitectos, esta retirada de placas no supone ningún peligro para el estado del Teatro, aunque habrá que quitarlas manualmente para evitar cualquier clase de contratiempo.
Así pues, es la Conselleria de Cultura quien "ha de responsabilizarse de realizar las actuaciones relativas a la ejecución de la sentencia", lo que supone "que es esta administración quien deberá hacerse cargo de las costas de reversión y de adecuación a su estado final".
Fue en los años 90 cuando el por entonces conseller de Cultura, Ciprià Ciscar firmó con el alcalde de Sagunto de la época García Felipe, la resolución para empezar las obras de rehabilitación, que en 1993 serían declaradas ilegales produciéndose su paralización.
Y es que esta esperada sentencia, de 12 folios, en la que se explican las causas del porqué desestiman el recurso de casación presentado por el Ayuntamiento de Sagunto, esgrime que este proyecto de reversibilidad "necesita de un proyecto técnico donde se especifiquen las técnicas utilizadas para los desmontajes, demoliciones, retiradas, así como el orden de organización de los trabajos, las medidas de seguridad sobre personas".
Aunque se refiere a la conservación de los restos arqueológicos de los que dice "se debe hacer un seguimiento exhaustivo del estado y evolución de las preexistencias" para contribuir a su correcta conservación.
La sentencia del Tribunal Supremo advierte de la necesidad de "proyectar el estado final para que sea seguro, adecuado y bello" con lo que propone la creación de una "Comisión Interdisciplinar con la participación de arqueólogos, historiadores, arquitectos" a los que se podría sumar algún miembro del Ayuntamiento de Sagunto, tal y como ha podido averiguar LAS PROVINCIAS.
En este sentido, la sentencia presentada por el TSJCV en 2003 propone al profesor Salvador Lara Ortega, redactor del informe de reversibilidad encargado por la Conselleria de Cultura, para que "se dedique a elaborar las determinaciones técnicas del proyecto, así como el grado y condición de la reversibilidad recomendable de acuerdo con el estado actual de las estructuras". El plazo fijado para llevar a cabo esta sentencia es de 18 meses, es decir, que el Teatro Romano de Sagunto debe volver a lucir sus mejores galas antes de junio del próximo 2009, fecha fijada por el Tribunal Supremo, si bien en un principio, la resolución que hizo pública el TSJCV en 2003 determinaba que el plazo se fijase en seis meses.
No obstante, la sentencia apela al proyecto técnico de reversibilidad para determinar fielmente la duración de este nuevo proyecto. Por otro lado, esta sentencia que responde al recurso de casación presentado por el Ayuntamiento de Sagunto en 2003 señala que se ha tomado "teniendo muy en cuenta el sistema de vida de la ciudad de Sagunto y las actividades comerciales, industriales y turísticas de la población". Y que aunque "se puedan producir determinadas molestias durante la ejecución de las mismas, es evidente, pero en todo caso, estas molestias serán transitorias".
Por otro lado, el recurso presentado en 2003 por el Ayuntamiento saguntino subraya que "no garantiza el uso cultural continuado del Teatro" a lo que el máximo órgano jurídico español determina que la intervención "no tiene por qué frustrar el uso cultural continuado del Teatro como se hacía con anterioridad al proyecto luego ejecutado y posteriormente declarado nulo".
Y es que la celebración anual de certámenes teatrales como Sagunt a Escena era uno de los puntos que más temían desde el Consistorio saguntino.
Recurso
Dentro de esta sentencia, el Tribunal Supremo hace referencia a uno de los puntos que destacaban del recurso de casación interpuesto por el Ayuntamiento de Sagunto en el que planteaba que se había planteado inadecuadamente la Ley de Patrimonio Histórico de 1985 y no la de Patrimonio Cultural Valenciano de 1198.
De ser así y haberse aplicado esta ley, según el recurso interpuesto por el Consistorio Saguntino en 2003, las obras llevadas a cabo por Grassi y Portaceli estarían totalmente dentro del ámbito de la legalidad, hecho que la sentencia ratificada por el Tribunal Supremo califica de "hipótesis de la aplicación de una norma publicada muy posteriormente a la aplicada por la sentencia".
Es por este motivo, que el Teatro Romano de Sagunto, el monumento con más solera del Camp de Morvedre, está de enhorabuena tras más de dos mil años de historia. Desde Madrid ha tenido que venir una sentencia que ratifique la ilegalidad de estas obras y por fin, el Tribunal Supremo interviene para exigir devolver este Teatro a la situación en la que se hallaba antes de la manipulación arquitectónica realizada por los especialistas Grassi y Portaceli.
La representación teatral más importante de los últimos tiempos acaba de empezar, y desde la capital del Camp de Morvedre, ya han empezado el año nuevo con posicionamientos muy marcados y muy diferentes. Este es el motivo por el que los distintos partidos políticos y las asociaciones saguntinas preparan sus manifestaciones o comunicados de felicitación,
Los próximos días serán cruciales para que este 2008 se convierta en un año de suerte para esta joya de la arquitectura romana.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080103/tema-dia/supremo-obliga-quitar-marmol-20080103.html
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